miércoles, 25 de junio de 2008

III ENCUENTRO DE CLUBES DE LECTURA

RIAÑO DE IBIO – MAZCUERRAS


El día 31 de mayo tuvo lugar el III Encuentro de Clubes de Lectura de Cantabria, organizado por Pilar, bibliotecaria del Ayuntamiento de Mazcuerras y que fue un rotundo éxito, tanto de participación, más de 100 personas, como de organización.
El programa del III Encuentro fue el siguiente:

PROGRAMA

11:00 - Inauguración del III Encuentro de Clubes.

11:15 - Participación de los diversos miembros de los Clubes de Lectura

13:30 - Listado de libros para Clubes de Lectura

14:00 - Comida

16:30 - Representación Teatral a cargo de la Mujeres de Herrera de Ibio con la obra “Ay... hombres"

BIBLIOTECAS PARTICIPANTES
Biblioteca Municipal de Camargo
Biblioteca Municipal Comillas Biblioteca
Biblioteca Municipal María Luisa Pelayo - Santander
Biblioteca Municipal de Mazcuerras
Biblioteca Municipal de Reinosa
Biblioteca Municipal de San Vicente de la Barquera
Biblioteca Municipal de Santa María de Cayón
Biblioteca Municipal de Suances
Biblioteca Municipal de Val de San Vicente

lunes, 16 de junio de 2008

IMPRESIONES SOBRE EL III ENCUENTRO

Sábado, 31 de mayo de 2008. Villanueva de la Peña se impregnó de aroma de mujer. Sentadas mientras esperábamos el comienzo del acto nos mirábamos con aire de complicidad y nos dejábamos sorprender por la presencia de los escasos hombres que nos acompañan en esa apasionante travesía que son nuestros clubes. La literatura tenía su fiesta y todos los presentes éramos sus artífices, sus artistas, nos sentíamos gozosos de poder compartir una pasión que distingue, que nos hace volar, que nos salva y nos da vida con cada letra que es un regalo...

Me quedé con muchas citas, pero hubo una que me gustó especialmente: Regino Mateos dijo que “Si dejamos de leer ganarán los que nos quieren convertir en cosas”. Yo viví mucho sentimiento ese día, me sentí feliz, cercana a todos aquellos corazones que se emocionan con las historias que leemos programadamente y me reafirmé en la creencia de que sólo leyendo puedo sobrevivir a ese intento de cosificación que tantos estragos está causando y cuyos resultados estamos empezando a percibir –todavía- tímidamente. Quiero estar lejos de lo mediocre, quiero tejer mis días con hilos de fantasía, quiero soñar.

SIGAMOS LEYENDO, AMIGOS, sigamos reuniéndonos para hablar de literatura, para imaginar otras vidas y otros mundos, para aprender.

Zuriñe García Pérez - Club de Lectura de Suances

jueves, 5 de junio de 2008

LOS SENTIMIENTOS EN LA LECTURA

Primero quisiera dar las gracias a Almudena por dejarme ser parte del Club de Lectura y a todas las compañeras que llevaban más tiempo en el.

Para mi personalmente ha sido una experiencia totalmente positiva pues desde pequeña me ha gustado leer, pero es diferente cuando compartes la misma lectura con personas totalmente distintas, de diferentes caracteres, edades, con hijos, sin hijos, casadas, viudas etc.… ósea que un mismo libro en tan variedad de manos hace que tengamos otros puntos de vista y lo mejor es que disfrutas manifestándolo y a veces al oír otra opinión te ayuda a entender mejor lo que has leído.

Por supuesto que cada libro ha despertado en mi varios sentimientos; a veces me parecían graciosos, otras tristes, curiosos, aburridos, imposibles de leer, y yo personalmente cuando leo un libro no tengo en cuenta el nombre del autor si es conocido o no, pues hay autores que son muy conocidos, y no todos sus libros apetece leerlos, y otros desconocidos son mas interesantes.

Me ha gustado la experiencia de tener que leer un libro que alguien ha escogido y no yo, pues sino seguramente me hubiera perdido la posibilidad de leer libros que en el Club hemos leído .Hasta me alegro de haber leído los que me parecieron aburridos o pesados, pues siempre que leo me gusta imaginarme los personajes, su físico como visten incluso intentas ponerles caras, y los aburridos o pesados también siguen haciendo desarrollar mi imaginación algo muy importante para mi, y que como alguien comento hace poco es personal y nadie jamás puede estropearlo ni cambiarlo.

Cuando leo un libro es un momento único, busco el lugar donde pueda concentrarme en lo que leo sin distracciones, sin ruidos, para mi leer en silencio o con música, es relajante y se crea un mundo aparte mientras estoy leyendo, tengo mucha suerte de poder leer como yo quiero.

Aunque también me gusta compartir la lectura con otras personas, con mis hijas o mi marido.

Durante muchos años a las chicas les he leído antes de acostarse, y aun hoy algún día nos gusta hacerlo, creo que también serán buenas lectoras si han sido buenas oyentes.

He querido poner estas letras para que las podáis leer vosotras mis compañeras de lectura, pues me parecía que la mejor despedida es leyendo algo juntas, algunas ya sabéis que me voy a vivir a otro lugar, lo que hace otra vez que tenga diferentes sentimientos, unos son de tristeza, por irme pero también de alegría por haberos conocido a todas, con algunas he tenido mas contacto que con otras, porque solo estamos una hora cada quince días mas o menos, pero a todas os echare de menos.

Me alegra saber que hay personas que están deseando entrar en el Club y les deseo que disfruten tanto como yo.

Y cuando me encuentre en el lugar en el que vaya a vivir mi futuro próximo, haré lo que hice aquí apuntarme con mis hijas a la biblioteca municipal , preguntare si hay Club de Lectura, y cruzaré los dedos para poder disfrutar de la lectura este donde este.

Bueno os deseo buenos libros para el siguiente ciclo, y aunque parezca que los libros no se lleven bien con el mundo tecnológico yo os seguiré con el ordenador gracias a Merche, si ella quiere.

Muchos besos para todas y a disfrutar de la lectura en la que todos nuestros sentimientos pueden manifestarse libremente.

TERESA LÓPEZ MORLOTE - Comillas

COMUNICACIONES DE LOS CLUBES DE LECTURA DE MAZCUERRAS

CLUB DE LECTURA DE VILLANUEVA DE LA PEÑA

Nuestros escritos sobre la lectura recogen distintas experiencias de nuestro acercamiento al mundo de las letras.
En el Club de Lectura de Villanueva que coordina Regino Mateos dentro del Programa Espacio Propio de la Dirección General de la Mujer hemos querido que conozcais nuestras emociones relacionadas con la lectura.
Rosi recuerda que el día más feliz de su vida fue cuando cumplió en agosto 6 años y para septiembre comenzó a la escuela. Su madre la acompañó y no lo ha olvidado, aunque ha pasado medio siglo.
Tere nos dice que ella es ciudadana del mundo pero que con el Club de Lectura se ha sentido querida y arropada y que al integrarse se ha continuado realizando como una mujer nueva ya que su vida ha sido muy dura.
A Margarita siempre le ha gustado leer. Cuando sus hijos eran pequeños y ella iba en bicicleta a Cabezón, siempre se acordaba de comprarles unos cuentos o comic del Capitán Trueno, de Zipi y Zape o de Mortadelo y Filemón. Ella siempre quería que sus hijos leyesen para poder tener una vida mejor que la suya. Ahora que sus hijos ya son mayores, ella ha recuperado su “espacio propio” y son ellos la que la empujan para que vaya a la lectura porque la ven más contenta, su cabeza tiene agilidad y no envejece. Y ella es feliz leyendo porque con ello vive otras vidas y visita otros lugares que no podría conocer si no fuese por la lectura.
Bernardina dice que tenía una vida rutinaria pero que al acudir a las actividades en el Centro Cultural, a la lectura, está más contenta y feliz ya que aquí ha encontrado un grupo de personas con gran cantidad de experiencias, ha conocido y realizado salidas culturales, se relaciona con mujeres de otros pueblos o del mismo pueblo que apenas conocía y ahora son amigas y comparten experiencias tanto alegres como tristes y con ello se ayudan a sobrellevar el día a día.
Saurín recuerda el día que sonó el teléfono en su casa y la invitaron a ir al Centro Cultural. Al principio le daba algo de pereza pero cuando comenzó ha descubierto un mundo, dice que le ha cambiado la vida. Se ha encontrado con la lectura y con amigas que la hacen sentirse más acompañada y recuperar la alegría de vivir.
Gelina junto con Carmen, vienen de Sierra de Ibio. Lo suyo es puro esfuerzo e interés por la lectura. Haga frío o lluvia, cogen su bicicleta y se ponen su capa y, pedal a pedal, recorren los 3 kms. que separan sus casas del centro cultural. A veces cuando el reuma aprieta, se apean de la bici para subir la cuesta de la Gándara y ya, en la recta se ponen a pedalear otra vez. No faltan nunca. Están pendientes del día que tienen que acudir al centro porque dice Gelina que lleva la vida más entretenida, se ríen un rato, cantan “La fuente de Cacho”, hacen teatro y leen. Carmina que enseguida termina el libro propuesto por el Club, llega a las reuniones diciendo: “Pili, dame algo que leer que ya lo acabé y necesito otro libro para ocupar el tiempo que resta después de ocuparme del huerto, los animales, perseguir al perro que no quiere que le bañe y limpiar la casa”.
Rosina disfrutaba andando y paseando todas las tardes, lo suyo es andar. Pero un día junto con Mariuca se animaron a comenzar a la lectura. Rosina conocía a Regino porque lo había seguido en algún programa de la televisión regional. Se encuentra fenomenal entre todas nosotras.
Mariuca toda su vida ha estado enseñando a coser a mujeres. Recuerda aquellas tardes tan entretenidas en las que hablaban de todo entre puntadas e hilvanes y ahora esas tardes las vuelve a tener con el Club de Lectura en donde ha encontrado otra forma amena de pasar algunas horas entre un grupo de amigas.
Nena dice que la lectura siempre le ha gustado. Desde pequeña leía cualquier cosa que tenía a mano, aunque en aquella época no había mucho. De mayor se apuntó a la biblioteca móvil y allí escogía lo que le gustaba y también cogía libros para sus hijos. Ahora en la Biblioteca del Centro Cultural con el Club de Lectura además de la lectura ha encontrado amistades. La lectura le ha enseñado a expresarse mejor, aprender cosas, a saber escuchar, cambiar impresiones. También se aprende gracias a lo mucho que se pregunta y la paciencia y los conocimientos que tiene Regino para responder.
Encarna es una de las poetas que van a la lectura y nos dice que cuando vamos a leer disfrutamos de muchas cosas, disfrutamos de los libros, disfrutamos del café, pero lo más importante es que nos volvemos a ver, a contarnos aquellas cosas que nos pasaron ayer, porque sin esas cosas ya no podemos pasar, cuando llega el día, te empiezas a animar. Ves a las de Mazcuerras, y también a las de Cos y no digamos a las de Sierra, igual llueva que truene a nuestro lado las tenemos, y termina diciendo que a ella los libros no se le dan muy bien, pero está muy contenta de volver a leer.
Pilar, que soy yo, llevo seis años en el Club de Lectura de Villanueva y además de leer que es lo esencial, intercambiamos impresiones, creo haberme enriquecido culturalmente, pues mis estudios de niña fueron escasos, ya que había que trabajar para comer, porque la vida en el campo es muy dura, luego criar a los hijos, y ahora que dispongo de tiempo para mí, no me lo puedo creer. Me apunto a todo lo que puedo.
Nos gustaría terminar agradeciendo a Regino Mateos que comparta sus conocimientos con todas nosotras, que responda con su inmensa paciencia a todas nuestras preguntas, a la Dirección General de la Mujer por programar este Taller de Lectura, al Alcalde y a la Corporación Municipal para que sigan apoyando estas actividades, que sin duda, contribuyen al enriquecimiento de todas nosotras.

Muchas gracias.

CLUB DE LECTURA DE COS

En Cos lleva funcionando el Club de Lectura 6 años. Al principio tímidamente: Comenzamos 7 personas pero poco a poco se ha ido incrementando hasta llegar a 12 mujeres este año.
Siempre cuando hablamos de leer parece que nos da miedo. “Pero si leo muy mal”, “Es que fui poco a la escuela e igual, no sé....”, “No me gusta leer” son algunas de las expresiones que oímos cuando se habla de que va a ver un Club de Lectura. La lectura parece que nos asusta.
Cuando empezamos acudimos a la reuniones con cierta precaución. Luego al ver que todas podemos participar, que hablamos de todos los temas, que vemos que cualquier tema que venga en el libro, es buena excusa para abrir un debate, nos hace ir cogiendo confianza, parece que nos decimos “YO TAMBIÉN PUEDO”. Maldita autoestima, que baja la tenemos a veces. ¡Que poco sabemos lo que valemos! No somos conscientes de que somos mujeres del siglo XXI y que por lo tanto NO TENEMOS LÍMITES, podemos con todo.
Poco a poco vamos entrando en la lectura. Al principio igual no acabamos de leer todo el libro, pero eso es el primero. Luego, a medida que vamos comentando su contenido y sus temas parece que te vas animando, que el resto del grupo te arrastra a terminarlo, ya que las demás con sus comentarios despiertan nuestro interés y curiosidad y nos empujan hasta el final.
Los libros que más nos gustan son aquellos en los que hay personajes con los que nos identificamos, que nos son cercanos. Pero también nos gustan aquellos que nos muestran lugares lejanos. Este año por ejemplo, a casi todo nuestro grupo nos gustó “Cometas en el cielo” que nos describe el mundo en Afganistán a través de la historia de dos amigos. También hemos leído “Memorias de una geisha”, “Un mundo feliz”, “La higuera”, “Reencuentro”, en fin muchas historias, todas interesantes y que sin duda han aportado algo en nuestra formación como personas.
Además en nuestro grupo de lectura ha surgido la iniciativa de realizar una obra de teatro, que ha permitido recuperar algunas costumbres tradicionales de nuestro pueblo y que también, dado el carácter abierto de la obra, hemos descubierto que ¡qué caray! podemos ser artistas. Desde luego, los ratos de risa no nos los quita nadie.
En definitiva, el club de lectura nos ha permitido conocer más de cerca las actividades y los recursos que tiene nuestra biblioteca pública, al desplazar el Club a nuestro pueblo de Cos, dando lugar a que surja la posibilidad de desarrollar otras actividades como el teatro, un taller de etnografía, excursiones y salidas culturales.
Al mismo tiempo, también estrechamos lazos y nos relacionamos con nuestras vecinas y pasamos un rato agradable que es de lo que se trata.
Muchas gracias.

CLUB DE LECTURA DE RIAÑO DE IBIO

Desde el Club de Lectura de Riaño de Ibio queremos, lo primero, daros la bienvenida a nuestro pueblo y esperamos que vuestra estancia entre nosotros, sea agradable y provechosa.
Nosotras, llevamos leyendo 5 años. Este año somos 9, poco a poco se van acercando más. Venimos de Riaño de Ibio, Ibio y Sierra de Ibio.
Nuestro grupo tiene reuniones quincenales en las que comentamos la parte del libro que hemos acordado leer, los temas que surgen a partir de las historias y también recibimos información sobre todo tipo de actividades que organizan desde la Biblioteca, siendo las salidas culturales una de las que más nos interesan.
Aunque no vienen hombres al Club, ocurre una cosa curiosa. Llevamos el libro a casa y nuestros maridos lo leen. Estamos trabajando para que ellos también vengan. ¿¿¿Lo conseguiremos???
Los libros que más nos interesan son aquellos que relatan historias actuales con las que nos identificamos y que sirven para darnos a conocer situaciones en otras zonas del mundo. Nos interesó mucho el año pasado “El librero de Kabul” y este año “Cometas en el cielo”. La situación de las mujeres en esos países, en los que apenas gozan de derechos nos preocupa. Luego, cuando aparece alguna noticia en la tele, prestamos mucha atención. LA LECTURA NOS CONCIENCIA.
También hemos leído “Un mundo feliz”. Un libro que nos ha sorprendido por cómo se vive en esa sociedad futurista en la que la familia no existe y nos preguntamos si nuestro mundo no va hacia ese camino de bebés de laboratorio, consumo, etc. LA LECTURA NOS INTERROGA.

“La higuera” y “Reencuentro” han sido otros libros leídos este año. Libros que han servido para recordar hechos históricos como la Guerra Civil en España y La II Guerra Mundial respectivamente. LA LECTURA NOS INFORMA Y NOS FORMA.
En el Club de Lectura profundizamos también en las relaciones con las vecinas. Nuestros pueblos ya no tienen otros lugares comunes de reunión como antes era la bolera o la plaza pública, las tareas ganaderas en el campo o las agrícolas. Por ello en estas reuniones incluso conoces a nuevas vecinas que van llegando y nos relacionamos entre nosotras. EL CLUB DE LECTURA POTENCIA LA AMISTAD.
Estas son algunas de las reflexiones que hemos realizado sobre la lectura y sus emociones y que queríamos compartir con vosotros y vosotras.

Muchas gracias.

EMOCIÓN LECTORA

Quisiera que vinieras a mi casa una noche de invierno y, abrazados tras los cristales, mirando la soledad de las calles oscuras y heladas, recordásemos los inviernos de los cuentos, donde vivimos juntos sin saberlo. Tú y yo recorrimos con pasos tímidos los mismos senderos encantados, juntos caminamos a través de los bosques llenos de lobos, y los mismos genios nos espiaban desde los matojos de musgo suspendidos en las torres, entre el revoloteo de los cuervos. Juntos, sin saberlo, desde allí miramos acaso hacia la vida misteriosa que nos esperaba. Allí palpitaron en nosotros por primera vez alocados y tiernos deseos.”Te acuerdas”, nos diríamos el uno al otro, estrechándonos suavemente en la cálida estancia, y tu me sonreirías confiada mientras fuera sonarían tétricamente las chapas de metal sacudidas por el viento. Pero tú-ahora me acuerdo- no conoces los cuentos antiguos de los reyes sin nombre, de los ogros y de los jardines embrujados. Nunca pasaste, arrobada, bajo los árboles mágicos que hablan con voz humana, ni llamaste a la puerta del castillo desierto, ni caminaste en la noche hacia la luz lejana, ni te quedaste dormida bajo las estrellas de Oriente, acunada por el balanceo de una barca sagrada. En esa noche de invierno, probablemente permaneceríamos mudos tras los cristales, yo perdiéndome en los cuentos de otras épocas, tú en otros cuidados para mí desconocidos. Yo te preguntaría: “¿Te acuerdas?”, pero tú no te acordarías.

Quisiera que vinieras a mi casa...

Si tuviera que elegir entre los muchos y maravillosos pasajes que hemos leído en los clubes de lectura de Cantabria a lo largo de estos años, para explicar qué se siente en una actividad como la nuestra, elegiría estas “Invitaciones superfluas” de Dino Buzzati. Formar parte de un club de lectura, desde la óptica con que hemos dirigido el nuestro durante todos estos años, se resumiría en el título que nuestra querida Pilar le ha puesto a este III Encuentro, “La emoción lectora”. En este breve epígrafe se recoge la premisa fundamental para desarrollar un proyecto perdurable en el tiempo, con afán integrador y de progreso. Para pertenecer a un club hay que leer y sentir. Llevar a cabo una lectura emocional en el mismo sentido que, en estos momentos, la Psicología prima la inteligencia “emocional”, haciendo hincapié en las facultades que nos permiten percibir, aplicar, comprender y controlar las emociones.

En los clubes de lectura aunamos dos aspectos fundamentales, el coloquio entre autor y lector y la comunicación de nuestra particular apreciación de lo leído con el otro. La lectura, como actividad creadora y promotora del desarrollo de las facultades mentales, es un acto íntimo en el que nuestro cerebro recrea de forma personal el mensaje escrito extrayendo y escogiendo lo que por nuestras propias características vitales apreciamos. Pero además, este proceso fundamental para nuestro desarrollo intelectual, se completa, en nuestros clubes, con el acto de comunicación de esta apreciación personal a otro lector que, leyendo el mismo libro, ha llegado en la mayoría de los casos a conclusiones diferentes, pero complementarias a las nuestras. Y todo ello a través del lenguaje. Como todos recordaréis, José Antonio Marina en “La inteligencia fracasada” hacía hincapié en cómo nuestra conciencia se teje con palabras y de cómo, para adueñarnos de nuestra propia inteligencia computacional, debemos utilizar el lenguaje. El lenguaje es lo que permite el paso de lo inconsciente a lo consciente. Recordemos que la regla fundamental del psicoanálisis era la famosa frase “Dígalo en voz alta”.

Efectivamente, “Dígalo en voz alta”, exprese su mensaje, elaborado a partir de la información aprendida de un libro, a otras personas que, como usted, han tenido acceso a esa misma información. Y expréselo con tranquilidad, libertad y emoción. Emoción. Fundamental. Emoción lectora. Si omitimos esta característica básica, nuestros clubes de lectura se convertirán en actos académicos donde se disertará sobre la obra literaria como microuniverso semántico, autónomo y específico, donde el lenguaje literario se convierte en un sistema de expresión y de comunicación, esencialmente connotativo y polisémico, y en los que se llevará a cabo un estudio extrínseco e intrínseco de la obra mediante un análisis estructural, que nos permitirá descubrir su significación global.

“Un día, irritada con la burla, Fernanda quiso saber qué era lo que decía Amaranta, y ella no usó eufemismos para contestarle. “Digo-dijo-que tú eres de las que confunden el culo con las témporas”.

El culo con las témporas...

En el último encuentro de clubes, celebrado en Reinosa, en la mesa de debate nos preguntábamos el por qué de los bajísimos niveles de lectura de nuestro país. Los mismos profesores asistentes comentaban que, durante años, se ha puesto el énfasis de la literatura en los aspectos formales, áridos y académicos, excluyendo aquellos con los que nos podemos identificar, sumergir e implicar afectivamente. Implicación imprescindible si se quiere llevar a cabo esa comunicación de la que hablábamos. Esto no quiere decir lo que, de forma simplista y obtusa, nos planteaban muchas personas en el inicio de la actividad: la necesidad de que para que todos “lleguen” haya que bajar el nivel, que el club se reduzca a una conversación de problemas personales o que haya que leer bestsellers. Siempre he defendido que no hay niveles de lectores, que hay que evitar, por todos los medios, centrarse en experiencias personales y que los bestsellers insulsos, planos y superficiales no tienen cabida en los clubes de lectura. Como decía el poeta “es fácil hablar claro cuando no se va a decir toda la verdad”.

Si queremos continuar, es necesario leer literatura de calidad y a partir de esa materia prima dar rienda suelta, sin vergüenza ni cortapisa a la emoción. Y, si me lo permitís, de una manera femenina. Los psicólogos hacen hincapié en que la capacidad verbal de las mujeres para comunicarse es superior a la de los hombres, y que, además de ser emotivas al hablar, mientras que los hombres son literales, en la mayoría de las ocasiones las mujeres hablan para expresarse y comunicarse, no para que se les den soluciones. En los clubes de lectura, nuestro coloquio debería ser abierto, emotivo, espontáneo, incluso a veces banal; que no nos encorsete la trascendencia de la literatura, que no nos coarte el tener que demostrar lo que sabemos …dejemos aflorar lo que sentimos.

Quisiera que vinieras a mi biblioteca una tarde de invierno y sentados tras los cristales habláramos de libros . Y durante años y años me contaras las historias que leíste, y me enseñaras lo que tu viste y para mí paso inadvertido, lo que sentiste, lo que te hizo reir. En esa tarde de invierno, yo te preguntaría: “¿Te acuerdas?”, y tú sí, SÍ te acordarías.


Ana Bascuñana - Suances

EMOCIONES, SENTIMIENTOS, SENSACIONES

Queremos hablar de los sentimientos que despiertan en nosotros esos signos que encadenados, son capaces de abrir ventanas a la imaginación y la sabiduría.
Queremos hablar de esos símbolos que traducimos para convertirlos en todo un universo que cobra vida mediante nuestra curiosidad y deseo, que hace que nos transformemos en un demiurgo, que consciente de su poder, actúa sobre el hermético e inerte objeto que es un libro, otorgándole el poder supremo de producir sobre su propio creador sensaciones inesperadas, pues quien escribe, construye y alumbra vidas y mundos que una vez forjados, duermen en espera de que otro los interprete, añadiendo a su vez experiencias, sensaciones y sentimientos que interactúan con él, de manera que un libro y su historia encerrada son cada vez nuevos y distintos según sea su lector.
¿Qué emociones nos produce leer? Leer hace que nos sintamos menos solos, porque los muchos personajes que conocemos a través de la lectura nos acompañan de la misma manera que aquellas personas con quienes hemos convivido y que nos han hecho crecer y enriquecernos: maestros, compañeros o padres y hermanos. Los personajes de los libros, unos más que otros, perviven en nuestra memoria como muchos amigos o conocidos de los que comentamos sus desgracias, alegrías, aciertos o desengaños, incluso los miles de ellos que pasaron por nuestros ojos sin dejar apenas su marca (esto también nos sucede con las personas que hemos conocido y no han dejado en nosotros ninguna señal) y que sin embargo, durante un instante, alguna circunstancia nos hace evocarlos como un destello, una pequeña luz que ilumina unos segundos su presencia agazapada en nuestra mente.
En muchas ocasiones a estos personajes rescatados de los rincones más profundos de la imaginación de los grandes escritores, les tomamos como ejemplo e imitamos sus comportamientos porque nos parece que su vida se adapta perfectamente a nuestras inquietudes, no hay más que recordar a Alonso Quijano, un personaje, que paradójicamente, tiene más influencia y pervivencia que millones de hombres reales y que extrajo de las novelas que leía desesperadamente, un código de conducta, tal vez equivocado, pero que le dio la posibilidad de vivir una vida llena de emociones y mucho más plena y jugosa que la triste vida real que Cervantes, su dios, le había preparado.
Leer nos permite experimentar y conocer. Conocer nuevas vidas, otros sentimientos. Medir nuestras necesidades y ansias con las de los personajes de los libros. Percibir “virtualmente” nuevas vías de comunicación entre los hombres. Adquirir experiencias sin necesidad de vivirlas en nuestra propia carne, como si le pasase a alguien muy próximo a nosotros. Sentir intensamente, cuando nos introducimos dentro del alma de un personaje, una vida que alguien creó para nosotros.
Y no sólo los personajes nos hacen experimentar emociones próximas y ciertas, sino los lugares que hemos descubierto y de los que hemos disfrutado vagando entre letras que se transforman en inmensos desiertos, parajes desolados y terribles selvas, o ciudades ajetreadas y confusas, o carreteras infinitas, o grandes bosques sonoros, o playas doradas y solitarias, o mundos extraños y felices donde existen seres que en nada se parecen a nuestros semejantes.
Cuántas personas han acompañado, en aventuras inverosímiles o en tremendas tragedias, a otros hombres que no viven más que cuando nosotros les permitimos vivir, cuando nuestros ojos hambrientos de lector les conceden la oportunidad de traspasar el umbral de su mundo de papel y pueden fingir ser tan reales como aquello que nos rodea.
Escribir es crear, es poner orden a nuestras ideas y sentimientos, es dar forma a las oscuras sensaciones que nos acechan y que se agolpan en nuestra cabeza, pero leer es recrear, es volver a formar aquello que previamente alguien ha codificado, es añadir nuestros anhelos y tristezas, volcar nuestros sentimientos sobre palabras dormidas y despertarlas para nosotros, únicas y propias.

Club de Lectura de Reinosa

¿POR QUÉ NO NOS GUSTAN LOS FINALES DE LOS LIBROS?

Con cierta frecuencia constato, que al comentar el libro ponemos pegas al final que el autor ha decidido dar a la historia. No contentos con esto, la mayoría de las veces tenemos claro como debía de ser ese final, mejor aún, defendemos con entusiasmo ese nuevo giro para la vida ó muerte de los protagonistas.
Ahora que lo pienso, hay libros en los que cambiaríamos hasta sucesos intermedios.
Posiblemente esto ocurra por más de un motivo. A saber:
- Nos encariñamos con unos personajes y no aguantamos a otros, y además en esos “cariños” y “fobias” discrepamos del autor.
- Buscamos razones a favor o en contra para salvar o condenar a nuestro gusto.
- Reinventamos o suponemos infancias, adolescencias, matrimonios, divorcios, pérdidas de trabajo, catástrofes y cualquier otra circunstancia con tal de justificar los cambios que queremos que se produzcan.
¿Seremos todos y cada uno escritores en potencia? puede ser, pero en confianza yo lo que creo es que nos sumergimos de tal forma en la historia que llegamos a sentir la necesidad de intervenir activamente en los acontecimientos. Es más fácil y tiene menos riesgo que hacerlo en la vida real. Al fin y al cabo no tiene más consecuencia que un intercambio de opiniones más o menos encendidas. Bueno, más encendidas que menos, estamos defendiendo nuestra “obra”, una obra propia, única, distinta, como son cada uno de los libros. Son únicos y distintos porque el autor les crea como algo nuevo y original, y porque a cada uno nos sugieren sensaciones, amores y odios distintos.
Esto como todo lo relacionado con los libros y la lectura tiene algo de mágico y misterioso.
Y así como por arte de esa magia surge la idea: ¿por qué al final de los libros no hay una página en blanco para que cada uno plasme sus variaciones?
Como esto parece poco posible ¿por qué no plantearlo como algo que podemos hacer en los clubes?
Un libro blanco para cada titulo, bueno unas cuartillas en blanco sería suficiente.
Ahí plasmaríamos todo lo relacionado con el nuevo enfoque que daríamos al libro.
Y una vez al año, tal que un día como este, lo podríamos comentar.
La idea ahí queda. Si alguien quiere pues estupendo, como todo en esta actividad es libre y voluntario y sobre todo ha de ser satisfactorio, placentero.
María Jesús Gutiérrez Ibáñez - Reinosa